En esa mágica noche nadie olvidó mandos, ni se fueron de compras a horizontes perdidos, no se comió al lados de un esectáculo lesbico, ni Vitto Corleone hablaba en inglés y las puertas se abrían y cerraban con un simple abracadabra .
En cambio, sólo una imagen que nunca pretendió ser una foto. Y no, tampoco, nadie se olvidó la tarjeta de la cámara.Es que esa imagen resume la filosofía y el momento espiritual que se vivió en ese lugar que trasciende como templo gastronómico a casi templo de vivencias vitales. Rindámosle pleitesía.
R/CJFK
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